Gala
Pin es la nueva Regidora de Ciutat Vella tras la victoria de Barcelona en Común
(BenC) en las elecciones municipales celebradas en mayo pasado.
Procedente
del activismo vecinal, Gala Pin se destacó en las reivindicaciones de los
vecinos de la Barceloneta, especialmente en la denuncia de la caótica gestión
del turismo, los problemas generados por los apartamentos turísticos y el
proceso de expulsión de los vecinos tradicionales.
Ahora
en el poder del Distrito, “El Raval” le plantea algunas de las cuestiones que
más preocupan en el barrio del Raval. Se trata de saber cuáles son sus
intenciones para estos cuatro años.
Participación y Calidad democrática.
Usted es, además de
Regidora de Ciutat Vella, responsable del área de participación ciudadana en el
Ayuntamiento de Barcelona. Los vecinos de este barrio pueden participar en
Audiencias, Consells de Barri, Comisiones sectoriales… pero tienen la impresión
de que todos esos canales de participación son poco interesantes porque no afectan a la toma de
decisiones. ¿Qué nos puede decir al
respecto?
Es cierto que es necesario racionalizar algunos mecanismos
de participación, porque no solo es que se participe sino también que haya una
co-responsabilización. En un barrio como el Raval en el que conviven tantas
comunidades también hay que hacer un esfuerzo para que todos vean esos espacios
como lugares en los que ellos también tienen cosas que decir, lo mismo que
algunos colectivos del barrio, como por ejemplo las trabajadoras sexuales, que
vean los espacios de participación no solo
como espacios para los agentes económicos sino también para los vecinos de toda
la vida y para toda la diversidad que convive en el barrio. Eso implica un esfuerzo de la administración pública
para llegar a todos los colectivos y hacerles ver que su participación llega a
algún lado, que tiene un efecto en la vida cotidiana de la gente. Por suerte en
el Raval hay un tejido social muy potente que puede ayudar en ese proceso.
Parece lógico pensar que en un barrio
céntrico se concentren más “sin techo” que en otras zonas de la ciudad, pero la
presencia de indigentes en el Raval es excesiva incluso teniendo en cuenta su
centralidad en Barcelona. Muchos apuntan que eso es debido al “efecto llamada”
de algunas entidades solidarias que actúan sin control. ¿Usted qué opina al respecto?
Es evidente que los centros de las ciudades son un polo de concentración tanto
de los sin techo como de las entidades que atienden esas problemáticas. Es necesario
procurar una coordinación de todos esos servicios ofrecidos por entidades
privadas y procurar que no generen necesidades donde no las había. No tenemos
una idea preconcebida en ese sentido pero, aunque las entidades hagan un
trabajo muy importante en el Raval, sí vemos la necesidad de la coordinación de
los recursos que se ofrecen y del seguimiento de la aplicación de estos
recursos.
Niños,
gente mayor, víctimas de la crisis… ¿Cuál considera que es el colectivo que más
ayuda necesita en este barrio?
Yo no lo expresaría en términos de que haya
colectivos que necesitan más ayuda que otros.
Diría que hay colectivos que tienen una situación de pobreza crónica
generada por factores externos y que la pobreza crónica es transversal, afecta
a niños, mayores, inmigrantes… Creo que las políticas han de considerar esta
transversalidad y abordarla desde ese punto de vista.
Prostitución callejera
Todos/as
los Regidores/as que llegan al distrito
se plantean la solución del problema de la prostitución callejera junto a
viviendas de vecinos convencionales. Pero todos se van dejando el tema sin
resolver. ¿Puede darnos alguna idea de cómo va abordar esta cuestión?
Creo que debemos ser ambiciosos pero no
maximalistas. La prostitución callejera debemos abordarla con una visión más
global que solo la policial, como se ha hecho hasta ahora, porque es un parche
que no resuelve el problema de fondo, un problema que tiene una raíz social.
Debemos asegurar que en los lugares en los que hay mujeres trabajando haya una
buena convivencia y al mismo tiempo abordar la posibilidad de regular esa actividad para
evitar que las mujeres estén expuestas a la vulnerabilidad que implica trabajar
en la calle. Todo esto, es evidente que se trata de un trabajo a medio plazo,
no podemos decir que se va a solucionar de hoy para mañana.
4.- El
Mercat de la Boquería es el mercado del barrio. No obstante, la presión del
turismo está haciendo que derive hacia
un modelo más parecido a una atracción turística más. ¿Cómo piensa afrontar este
asunto?
Los mercados municipales son centros de
abastecimiento de los vecinos de los barrios y creo que ese aspecto se ha de
potenciar. La solución de “contar” los turistas de cada grupo no deja de ser un
parche al problema de la presión turística. Pero, entiendo que también hay que
plantearse cuál es el precio de las paradas y las diferentes problemáticas de
los responsables de las paradas. Tengo pendiente una reunión con el Mercado
para conocer más en profundidad toda la situación.
La presión turística.
¿Qué se
propone hacer en estos cuatro años para frenar el ansia de los propietarios de pisos
turísticos?
En este punto estamos cuestionando el modelo
turístico de la ciudad. Por un lado la carga que puede soportar la ciudad,
porque queremos que vengan y disfruten de la ciudad, pero sin afectar
negativamente la vida cotidiana de los vecinos. Por otra parte, hay que empezar
a plantear que los turistas cuando llegan tienen derechos y obligaciones. Habrá
que hacer una campaña informativa dirigida a los turistas para que sepan en
dónde están alojados, las alternativas de alojamiento que la ciudad ofrece, si
es un apartamento legal o no… Por otra parte
es necesario abordar la esfera
digital, la oferta de pisos ilegales en internet y los incumplimientos que se
están produciendo respecto a las leyes que regulan estas ofertas.
Por último, es preciso tener en cuenta que la
vivienda cumple con una función social y que en un momento en el que miles de
familias viven en situaciones muy precarias no podemos permitirnos que la
vivienda se convierta en objeto de especulación y no cumpla con su función
social prioritaria que es la residencial. Y desde otro punto de vista, como
decía Itziar González y en eso estoy muy de acuerdo, cuando perdemos vecinos,
los espacios que quedan vacíos se convierten en espacios oscuros, sin luz, en
los que se instalan tramas que no tienen la vigilancia de la comunidad. Así que
no se trata solo de los apartamentos turísticos sino de la recuperación de
Ciutat Vella como espacio de convivencia de los vecinos.
Usted
conoce bien los problemas que la presión turística genera en los vecinos
tradicionales, pero la Barceloneta, que usted conoce tan bien, es distinta al Raval. Como dice la canción,
“aquí no hay playa”. ¿Considera que es necesario abordar el turismo en el Raval
con los mismos parámetros?
El turismo es un fenómeno global en la ciudad pero barrio
por barrio depende de la dimensión. El Raval es muy diferente de la Barceloneta
y la masificación turística no es tan grave como en otras zonas del Distrito. Por
un lado, tenemos que escuchar cómo perciben los vecinos y comerciantes el
fenómeno turístico en el barrio, con sus molestias y sus oportunidades y, por
otra parte, hace años que el Raval arrastra una condición de “trastienda” de
las Ramblas que hay que procurar abordar de una manera diferente. Pero en
cualquier caso, cuando hablamos de turismo en la ciudad, hablamos de un
fenómeno global.
Las Ramblas
¿Qué pasará con Las
Ramblas?
Primero, lo que pase con las Ramblas dependerá de lo que
quieran también los vecinos de los barrios que la circundan, el Raval y el
Gótico. De momento hemos retrasado la
redacción definitiva del plan especial con la intención de revisar todo con
detenimiento. Tenemos que abordar el futuro de las Ramblas como un espacio de
confluencia de los barrios más que como un espacio de frontera y división.
También debemos abordar la cuestión de la Rambla de día y la Rambla de noche.
Para todo ello estamos estudiando el mapa de todas las instalaciones, tanto vivienda
como comercio, para averiguar a quién pertenece cada cosa y ver qué tipo de
acciones se han de emprender.
Por último queremos estudiar qué espacios de Las Ramblas
pueden ser espacios ciudadanos en los que no solo vengamos a pasear sino que se
puedan albergar actividades de distinto tipo.
El comercio en el Raval
En el Raval hay unos
dos mil comercios. Hay también un Eix Comercial que agrupa a varias de las
asociaciones de comerciantes del barrio. Pero ni en las asociaciones ni en el
Eix Comercial participan en número relevante los comerciantes de origen
extranjero. ¿A qué cree que se debe este
fenómeno?
Seguramente se trata de más de un factor. Hace tiempo que el Distrito está trabajando en
estos temas. Ahora mismo se ha empezado a realizar un censo de todos y cada uno
de los comercios del barrio y ya está en marcha una web que los promociona. De todas formas me consta que ya hay
comerciantes extranjeros que empiezan a participar en las asociaciones de
algunas zonas del barrio. Y sí, creo que desde la administración se ha de
liderar este paulatino esfuerzo de participación y coordinación comercial.
El comercio
tradicional está siendo sustituido, paulatinamente y desde hace mucho tiempo, por las franquicias y los locales para el
blanqueo de dinero procedente de mafias diversas. ¿Tiene una Regidora los
instrumentos necesarios para abordar este proceso?
Una Regidora tiene pocos instrumentos para abordar este
tema. Por un lado está la directiva europea que impide determinar qué tipo de
comercios pueden instalarse en una calle y por otro están los ordenamientos
municipales, como los planes de uso, que nos permite regular ciertas
cosas. Por supuesto hay que ver de qué
manera protegemos el comercio emblemático y el comercio de proximidad, ambos
muy importantes para la ciudad.
Lo de las mafias es una cosa que se viene comentando hace
tiempo en el distrito pero ahora mismo no tenemos datos para afirmar que eso es
así. Necesitamos comprobar que efectivamente este tipo de capital se está
implantando en el territorio y a partir de ahí coordinarnos con las tareas de
los cuerpos de seguridad que son los que trabajan estos temas. Aquí, de nuevo, es necesaria la complicidad de
los vecinos que pueden detectar y alertar de la presencia de estas dinámicas
delictivas.
Tras la prohibición
del tabaco en locales públicos, los bares sin terraza pasan enormes
dificultades. ¿Será permisivo el Distrito en estos casos o primará el concepto
de “espacio público para uso público”?
En Ciutat Vella tenemos un problema de saturación del
espacio público. Ahora bien, el tema de las terrazas es un tema complejo que no
podemos abordar sin matices. No es lo mismo la terraza de un pequeño bar
familiar que puede vivir gracias a la terraza, que las terrazas de grandes bares y
restaurantes que pueden ganar seis mil euros al día con la terraza. Creo que el principio general es el del uso
público del espacio público pero combinado con una visión de las terrazas como
dinamizador de espacios públicos y no como depredador de espacios públicos.
Seguridad y libertades
El caso Benítez, el
asalto policial a las salas de ambiente gay, la agresión a un fotógrafo delante
de la comisaría de los Mossos, el caso 4F famoso por el documental “Ciutat
Morta”, el caso de los 11 del Raval, las denuncias por malos tratos en
comisaría… ¿Tenemos un problema de
seguridad o tenemos un problema con
la seguridad?
Muchas veces se piensa que la seguridad es una cuestión
policial pero no es así. Hay casos de malas prácticas e incluso de abusos que
no podemos permitirnos en una ciudad democrática. Pero también es verdad que
tenemos un cuerpo de seguridad que cree en su trabajo y que pone un gran
esfuerzo y profesionalidad en él. Pero
la seguridad es algo más amplio que el trabajo policial. Pretendemos potenciar
la policía de proximidad para que la guardia urbana pueda estar más cerca del
ciudadano, en la calle. Pero, insisto, la seguridad es un tema complejo en el que no
podemos ni debemos simplificar.
Lateros que se
disputan a chuchillo el territorio de venta y venta ilegal de una marca
determinada de cerveza. ¿Tan difícil es
meter mano a ese asunto y ponerle fin?
Corre el mito de que solo venden cerveza Damm pero no
podemos decir que hay una línea directa de venta de la fábrica. Ahora mismo las
cosas son distintas, hay compra directa en el supermercado y distintas vías de
suministro. Pero de nuevo tenemos que abordar el problema desde una visión más
amplia, que incluya la situación de los lateros, en qué dinámicas están
metidos para verse en ese tipo de
comercio ilegal. También tenemos que buscar experiencias en otros lados,
experiencias exitosas.
Su predecesora llegó
al cargo tras una intensa campaña de pancartas financiada desde sectores
próximos a CiU con el lema “Volem un barri Digne”. Cuando se ha ido, las
grandes cuestiones que denunciaba (prostitución callejera, presencia abundante
de personas sin techo, etc) siguen sin resolverse. ¿Cree que ahora que CiU ha perdido tan
claramente las elecciones volverán las pancartas?
No sé si volverán o no. Pero de la misma forma que les
decíamos a los vecinos de la Barceloneta que no dejen de movilizarse por el
tema de los apartamentos turísticos porque consideramos muy importantes la
complicidad vecinal y la co-responsabilización, a los vecinos del Raval les
decimos que colaboren con el Distrito en la solución de los problemas. Eso sí, sin llevar los problemas de una calle
a la otra. Creo que es importante que
los vecinos se preocupen y se ocupen de su territorio porque al final son ellos
los que constituyen el barrio y eso hay que plantearlo como una colaboración
entre el Distrito y sus vecinos.
Raval y Cultura
¿Habrá cambios en el
modelo del Raval Cultural? ¿Se potenciará más a los pequeños agentes
culturales del barrio? ¿Se trabajará en la proyección de una imagen distinta
del Raval en el imaginario de los vecinos de otros barrios de la ciudad?
El Raval es un
modelo de convivencia de distintas culturas y comunidades. Y eso es un valor
que tenemos que potenciar. La riqueza cultural del Raval es un motivo de
orgullo para el barrio. Los pequeños agentes culturales tienen que ser todo lo
visibles que se pueda. Respecto a la imagen que se proyecta fuera creo que
debemos potenciar esa diversidad cultural y lo modélico de su convivencia.
¿Quiere decir algo más a los vecinos del
Raval a través de este periódico?
Pues querría más
que decir, pedir. Pedir una implicación
de todos y cada uno de los vecinos en la tarea de construir un barrio mejor.
Por otro lado, quiero destacar la cantidad de vida asociativa, cultural y
vecinal que tiene este barrio, creo que no sacamos suficiente pecho de esta
riqueza de la que todos debemos sentir un orgullo muy especial.
Agradecemos enormemente que nos haya
concedido esta entrevista y esperamos poder repetir la experiencia dentro de
dos años, cuando estemos a mitad del mandato, para repasar con usted la marcha
de las intenciones expresadas hoy. Le deseamos suerte y acierto. Su éxito será
beneficioso para todos. Muchas gracias.
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