Periódico "El Raval"

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martes, 22 de abril de 2014

"El futuro de nuestro planeta depende de 58 personas" por Roberto Savio

Aunque para muchos ha pasado inadvertido, el 13 de abril el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó la tercera y última parte de un informe en el que se advierte sin rodeos que solo tenemos 15 años para evitar superar el umbral de un calentamiento global de dos grados. Más allá, las consecuencias serán dramáticas.

Solo los más miopes no toman conciencia de qué se trata: desde el aumento del nivel del mar, hasta más frecuentes huracanes y tormentas y un impacto adverso en la producción de alimentos.
En un mundo normal y participativo, en el que 83 por ciento de las personas que viven hoy todavía existirán dentro de 15 años, este informe habría provocado una reacción dramática.

En cambio, no ha habido un solo comentario de los líderes de los 196 países en los que habitan los 7.500 millones de “consumidores” del planeta.

Los antropólogos que estudian las semejanzas y diferencias entre los seres humanos y otros animales, hace un buen tiempo que llegaron a la conclusión de que la humanidad no es superior en todos los aspectos.
Por ejemplo, el ser humano es menos adaptable a la supervivencia que muchos animales en casos de terremotos, huracanes y otros desastres naturales. A estas alturas, ellos deben advertir síntomas de alerta y malestar.

El primer volumen de este informe del IPCC, publicado en septiembre de 2013 en Estocolmo, estableció que los humanos son la causa principal del calentamiento global, mientras que la segunda parte, lanzada en Yokohama el 31 de marzo, afirmó que “en las últimas décadas, los cambios climáticos han causado impactos en los sistemas naturales y humanos en todos los continentes y en todos los océanos”.

El IPCC está formado por más de 2.000 científicos de todo el mundo y esta es la primera vez que ha llegado a firmes conclusiones finales desde su creación por las Naciones Unidas en 1988. La principal conclusión es que para detener la carrera hacia un punto sin retorno, las emisiones globales deben reducirse entre 40 y 70 por ciento antes de 2050.

El informe advierte que “solo los grandes cambios institucionales y tecnológicos darán una oportunidad superior a 50 por ciento” de que el calentamiento global no traspase el límite de seguridad, y agrega que las medidas deben comenzar a más tardar en 15 años, completándose en 35.

Vale la pena señalar que dos terceras partes de la humanidad es menor de 21 años y en gran medida son ellos los que tendrán que soportar los enormes costos de la lucha contra el cambio climático.

La principal recomendación del IPCC es muy simple: las principales economías deben fijar un impuesto a la contaminación con dióxido de carbono, elevando el costo de los combustibles fósiles, para impulsar el mercado de fuentes de energías limpias, como la eólica, la solar o la nuclear.

Diez países son los causantes de 70 por ciento del total de la contaminación mundial de gases de efecto invernadero, mientras Estados Unidos y China son responsables de 55 por ciento de esa magnitud.
Ambos países están tomando medidas serias para combatir la contaminación.

El presidente estadounidense, Barack Obama, trató en vano de obtener el beneplácito del Senado y ha debido ejercer su autoridad bajo la Ley de Aire Limpio de 1970 para reducir la contaminación de carbono de los vehículos e instalaciones industriales, estimulando las tecnologías limpias. Sin embargo, no puede hacer nada más sin apoyo del Senado.

El todopoderoso nuevo presidente de China, Xi Jinping, considera prioritario el medio ambiente, en parte porque fuentes oficiales estiman en cinco millones anuales el número de muertes en ese país por la contaminación.

Pero China necesita carbón para su crecimiento, y la postura del Xi es: “¿por qué deberíamos frenar nuestro desarrollo, cuando los países ricos que han creado el problema actual quieren que tomemos medidas que retrasan nuestro crecimiento?”.

Así se crea un círculo vicioso. Los países del Sur quieren que los países ricos financien sus costos de reducción de la contaminación y los del Norte quieren que estos dejen de contaminar y asuman sus propios costos.

Como resultado, el resumen del informe, que está destinado a los gobernantes, ha sido despojado de las premisas que podrían dar a entender la necesidad de que el Sur haga más, mientras que los países ricos presionaron para evitar un lenguaje que pudiera ser interpretado como la necesidad de que ellos asuman las obligaciones financieras.

Esto debería facilitar un compromiso blando en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Lima, donde se debería alcanzar un nuevo acuerdo global (recuérdese el desastre de la conferencia en Copenhague en 2009).

La clave de cualquier acuerdo está en manos de Estados Unidos. El Congreso de ese país ha bloqueado toda iniciativa sobre el control climático, proporcionando una salida fácil para China, India y el resto de los contaminadores: “¿por qué debemos asumir compromisos y sacrificios, si Estados Unidos no participa?”.

El problema es que los republicanos han convertido el cambio climático en una de sus banderas de identidad. La última vez que se propuso un impuesto al carbono, en 2009, luego de un voto positivo en la Cámara de Representantes controlada por los demócratas, el Senado dominado por los republicanos lo rechazó.

En las elecciones de 2010, una serie de políticos que votaron a favor del impuesto al carbono perdieron sus escaños, lo que contribuyó a que los republicanos asumiesen el control de la Cámara.

Ahora, la única esperanza para los que quieren un cambio es aguardar las elecciones de 2016, y esperar que el nuevo presidente de Estados Unidos sea capaz de cambiar la situación. Este es un buen ejemplo de por qué los antiguos griegos decían que la esperanza es la última diosa…

El cuadro es muy simple. El Senado estadounidense está integrado por 100 miembros, lo que significa que bastan 51 votos para liquidar cualquier proyecto de ley sobre un impuesto a los combustibles fósiles.

En China, la situación es diferente. En la mejor de las hipótesis, las decisiones las toma el Comité Permanente del Comité Central, formado por siete miembros, que son el verdadero poder en el Partido Comunista.

En otras palabras, el futuro de nuestro planeta lo deciden 58 personas de una población mundial de casi 7.700 millones de habitantes.

lunes, 7 de abril de 2014

20º ANIVERSARIO DEL PERIÓDICO

El día 10 de abril de 2014, jueves, celebramos el 20º aniversario del periódico "El Raval". Será en el Casal de Barri Folch i Torres (en la plaza del mismo nombre) a las 19.30 hs.
El acto consistirá en una exposición de portadas que reflejará la evolución del periódico en estos años. Habrá pica-pica y desvelaremos "algunos secretos"...
Todos nuestros lectores, amigos y colaboradores están invitados. No puedes faltar!!!

"Estamos de celebración"

Nuestro periódico cumple veinte años y creemos que eso es motivo de celebración. Quizá veinte años no sean una gran cosa para algunos medios de comunicación hoy ya centenarios, pero para un medio de comunicación barrial, independiente y tan modesto como éste, sí es una trayectoria que merece ser celebrada.

«El Raval» nació en la primavera de 1994. Por aquel tiempo el barrio estaba inmerso en pleno proceso de remodelación. Los años setenta y ochenta habían sido tremendos: la droga hacía estragos y raro era el mes en el que no aparecía una persona muerta por sobredosis en algún rincón oscuro de los muchos que había entonces. La delincuencia, derivada de la droga y las imperiosas necesidades de los adictos a la heroína, era tan intensa que farmacias y estancos colocaban barras de acero para proteger sus mostradores. Por otra parte, la llegada de la democracia pedía lugares de reunión vecinal, plazas amplias, zonas verdes... Así que se diseño un PERI que tenía por objetivo lo que se llamó «esponjamiento» del barrio. Es decir, se decidió derribar edificios para dejar espacio a plazas amplias, a una rambla y a nuevos equipamientos.

El PERI fue traumático. Miles de vecinos fueron expropiados y, en muchos casos, desplazados fuera del barrio. El proceso se encargó a la empresa PROCIVESA que, en poco tiempo, se hizo con una triste fama por sus métodos más que discutibles. Fueron años de especulación y corrupción, de abusos, de mobbing. Un periodo negro de denuncias y quejas. Un doloroso tránsito lleno de separaciones y despedidas, de abundantes frustraciones y de interminables molestias por las obras que nunca se acababan.

Y ahi nació «El Raval», que en sus primeros meses se llamaba «Raval Va!» en un intento de transmitir un espíritu optimista en un tiempo tan complicado. Nació pequeño, como corresponde a un nacimiento. Apenas unas pocas páginas en blanco y negro de tamaño folio. Pero sobrevivió y fue aprendiendo y creciendo como un niño que se hace grande.

El PERI se terminó y el «nuevoRaval» de la Rambla, el Macba y la Universidad es ya nuestro paisaje habitual. Los vecinos que fueron desplazados y los que eligieron buscar un barrio mejor para formar una familia fueron sustituidos por los que trajo la ola de inmigrantes procedentes de todos los rincones del mundo, haciendo que también el paisaje humano se transformara. Y aquí, en este Raval de la cultura y la pobreza, de la mezcla y la convivencia, en este Raval centro de una ciudad que le teme más que le ama, estamos, veinte años después, sacando a la calle un modesto pero orgulloso periódico, que trata de reflejar en sus páginas lo positivo y lo problemático procurando mantener siempre un tono optimista y esperanzador, aún en los peores momentos de una crisis histórica.

No queremos profundizar hoy aquí en los problemas de distinto tipo que este moderno Raval tiene. No hay duda de que el barrio debe trabajar aún en viejos y nuevos problemas que se arrastran. Y todos trabajaremos en ello. Cada cual desde su parcela. Pero hoy permitan que dejemos eso a un lado y nos centremos en este 20 aniversario.

Celebraremos el cumpleaños con un encuentro. Será en el Casal de Barri Folh i Torres el próximo día 10 de abril a las 19:30hs. Ese día podrán ver la evolución del periódico a traves de una muestra de las portadas desde el momento de su nacimiento. También desvelaremos «algunos secretos» a los asistentes. Y por supuesto habrá un pica pica, como en todo cumpleaños. Pero sobre todo, esperamos poder contar con la presencia de todos ustedes, los lectores, los verdaderos protagonistas de esta historia del barrio del Raval. Reserven la fecha del 10 de abril. Nos vemos allí.