Periódico "El Raval"

Cada mes sale a la calle el periódico "El Raval" con información de lo que puede interesar a quienes viven y trabajan en el barrio del Raval.
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martes, 18 de diciembre de 2018

"Apoyar al comercio del barrio" Editorial de "El Raval" de diciembre 2018

Hace tiempo que a las familias de éste y de todos los barrios nos están «extrayendo» el dinero por vía de unos alquileres altísimos, unas hipotecas caras para precios hinflados, y unas facturas (de luz, agua, gas y teléfono) que son absolutamente desproporcionadas para el nivel de salarios, y que cada año suben más que el IPC oficial. El resultado de todo esto es que las familias cada día tenemos menos dinero disponible para hacer compras, salir a cenar, o ir al cine, al teatro y a cualquier otra actividad de ocio. Y eso lo nota el comercio de barrio, la restauración, los cines y teatros... etc. que están pasando por tiempos de apreturas.

Por otro lado, acabamos de ver en los medios de comunicación la pantagruélica celebración de la boda de la hija del propietario de Zara. Una demostración práctica de algo que ya sabemos: mientras las familias pasamos apuros económicos, las grandes cadenas generan enormes beneficios para las corporaciones que las controlan. El dinero que a nosotros nos «extraen» acaba llenando los bolsillos de las grandes compañias, de sus propietarios y de sus directivos, mientras los nuestros se vacían.

Ahora llegan las fiestas de fin de año. Todos haremos un esfuerzo por no dejar sin su regalo a los seres queridos, por preparar unas comidas un poco especiales, por decorar un poco la casa con luces y adornos. La cuestión es fácil de plantear: ¿va usted a hacer sus gastos en los establecimientos del barrio, los de nuestros vecinos, los de las familias como la nuestra? ¿O va a dejar más dinero en las grandes corporaciones para seguir engordando las cuentas corrientes de los más poderosos?

Este periódico hace un llamamiento a todos los vecinos del barrio para que intenten optar por la primera de las posiblidades. Hagan sus compras en los comercios del barrio, reserven en los restaurantes del barrio, no colaboren en la desigualdad y la injusticia dejando sus pocos  recursos en las cadenas de quienes ganan en un año lo que usted no ganará en toda su vida.

jueves, 10 de mayo de 2018

 Las agresiones sexuales

 Se está hablando mucho en los últimos años de la violencia contra las mujeres. Casi todo el mundo sabe que hay unas 50 víctimas de violencia de género cada año: una muerte violenta por semana. A todo el mundo le escandaliza y con razón.

Lo que no sabe casi nadie es el número de víctimas de agresiones sexuales...¿Usted lo sabe? ¿Sabe cuántas mujeres son agredidas sexualmente cada año?

Seguramente habrá estadísticas policiales de denuncias o incluso judiciales de procedimientos abiertos por esta causa. Pero ni se molesten en buscarlos. Mi experiencia profesional me dice que ¡esos datos serán falsos!. Seguro.

Lo sé porque en terapia atiendo a numerosas mujeres que me cuentan que han sufrido agresiones sexuales y nunca las han denunciado. Eso sí, las secuelas psicológicas las siguen padeciendo durante muchos años.

No se denuncian muchas de las agresiones sufridas en el ámbito familiar: padres (sí, padres), padrastros, tíos, hermanos mayores y abuelos. De todo eso me he encontrado en mi consulta desde hace años. Y las pacientes no denunciaron porque eran niñas y no querían y no podían asumir el trauma de relatar esas agresiones y enfrentarse al desmentido del agresor. En otros casos para no hacer daño a sus madres o porque se sentían culpables...

También me he encontrado con agresores próximos a las familias: amigos de los padres, cuidadores, profesores, monitores. En estos casos sí que es más frecuente que se produzca la denuncia, pero aún así estoy segura de que las estadísticas no reflejan más que un porcentaje pequeño de los casos que se producen.

También están las agresiones sexuales en las que el agresor es un desconocido. Y tampoco las estadísticas reflejan la realidad, porque si bien las violaciones suelen denunciarse (ni mucho menos en todos los casos) no suelen denunciarse más que en algunos casos las agresiones «menores» que abundan enormemente en algunos ambientes, discotecas, por ejemplo.

Finalmente estan las agresiones en el medio profesional/laboral.  Mi experiencia también me dice que el número de denuncias por acoso o agresión sexual en el medio laboral no refleja la realidad. Pueden imaginar que la razón es el miedo a perder un  trabajo que se necesita para sacar a delante a la familia o a perder una oportonidad de promoción profesional.

Si eres mujer y has pasado por alguna de estas traúmaticas experiencias psicológicas, no dudes en pedir ayuda profesional. Hay cosas que se pueden hacer «en casa» pero librarse de las secuelas de estas agresiones no es una de ellas.

 Mª José Hernando. Psicóloga
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miércoles, 9 de mayo de 2018

¿Otra vez «Volem un barri digne»?

Hace unos años, cuando se acercaba el periodo electoral que finalmente acabaría con la mayoría socialista en el ayuntamiento de Barcelona, los balcones del Raval se llenaron de pancartas con el texto «Volem un barri digne». Eran el centro más visible de una campaña en la que se impulsaban ideas del tipo: la situación es insostenible, las drogas y la protitución han  vuelto con más fuerza que nunca y están descontroladas, Hereu no quiere enterarse de lo que está pasando en el Raval, el Raval no aguanta más... ¿Les suena?

Pues la misma estrategia se está empleando ahora de nuevo. Es la vieja estrategia de utilizar los problemas del Raval, magnificarlos hasta el máximo, publicitarlos en el mayor número de medios posible y proyectar todo eso contra el alcalde de turno antes de unas elecciones. Aún cuando el alcalde de turno no sea el responsable de la mayoría de las competencias en esas materias que se denuncian. La consecuencia es la «estigamtización» del barrio (lo explicamos en páginas centrales), las pérdidas para el comercio, el favorecimiento de las estrategias de gentrificación y especulación, y la expulsión de vecinos.

Sabemos que hay militantes de Ciudadanos detrás de esta campaña como supimos que hubo militantes de CiU hace unos años. Nos dirán que miramos para otro lado y que no queremos reconocer la realidad. Ya lo hemos vivido antes. Ya nos dijeron las mismas cosas antes, cuando defendimos que el Raval es otra cosa distinta a la que nos venden los medios. Pero verán cómo después de las elecciones la campaña remite y el barrio «vuelve a ser guay»... en función de quien gane las municipales.

Partidos contra democracia

A mediados del mes de abril se produjo en el ayuntamiento de Barcelona una situación paradójica: una mayoría de partidos democráticos frustró el primer intento de democracia directa que se planteaba en Barcelona. La «multiconsulta» anunciada por el gobierno de los comunes no obtuvo los votos necesarios para su realización. Entre los temas sometidos a consulta estaba la municipalización del servicio de aguas. Pero eso, en este caso, es lo menos importante.

Lo importante es que se iban a someter al voto directo de los ciudadanos decisiones de cierta importancia para todos los vecinos de la ciudad y la mayoría de los partidos se opusieron. Llama la atención la posición de partidos como la CUP o el PdeCat que vienen haciendo un discurso muy por la democracia directa en el tema de la independencia.

¿Por qué se opusieron a consultar directamente a la ciudadanía en temas concretos de ciudad? Los argumentos empleados resultaron poco sólidos (la CUP incluso reconoció haberse equivocado) pero la cuestión se repite siempre en todas las instancias políticas: no gusta a los partidos que se propongan referendums de ningún tipo. La explicación está en la lógica de los partidos. Ellos necesitan que sus cúpulas tengan la posibilidad de negociar cesiones en unos temas para conseguir apoyos en otros. Y desde las cúpulas de los partidos controlan esas estrategias. Someter a referendum las cosas les «roba» esa posibilidad.

En el caso concreto de la multiconsulta planteada por los comunes en Barcelona, el voto negativo era, claramente, una estrategia para «azotar» a Ada Colau en uno de los puntos estrella de su programa de participación ciudadana.

Así pues, una vez más, las estrategias de partido privan a los ciudadnos de lo que hace tiempo debería ser un derecho. Es una pugna de poder y los partidos no quieren perder el suyo. Prefieren que lo pierdan los ciudadanos.  Y así vamos...

Lucha contra los narcopisos
Lo que hay que evitar y lo que sí puede ayudar

Que el Raval tiene un problema con los narcopisos lo sabemos todos. Que ese fenómeno se ha de combatir no lo duda nadie. Pero la cuestión es cómo hacer para avanzar hacia la solución y, sobre todo, cómo hacer para no agravarlo aún más.

Recientemente una asociación de vecinos muy activa en el barrio, la asociación RPR, convocó a los medios de comunicación para visitar una serie de narcopisos en el Raval. Vinieron casi 60 periodistas de una treintena de medios de comunicación. Ese mismo día, el Raval estaba en directo en varias televisiones y emisoras de radio y al día siguiente se podían encontrar en Google infinidad de referencias con la palabra Raval asociada a drogas.

Hace unas semanas, un vídeo se hizo viral con la imagen de dos energúmenos peleando en la calle con armas blancas, al parecer,  por un problema de drogas. De nuevo el Raval apareció por todas partes asociado a drogas.

¿A qué ayuda eso?. Pues está muy claro pero antes expondré un ejemplo muy «europeo».

La ciudad de Amsterdam tiene un barrio portuario muy famoso: «El barrio rojo de Amsterdam». Media europa sabe que allí hay prostitución porque se han hecho famosos sus escaparates con prostitutas expuestas. Es tan famoso que cualquier europeo que visite Amsterdam y quiera contratar los servicios de una prostituta sabe que allí la encontrará. La cuestión es: si usted es consumidor de prostitución y está en Amsterdam ¿A qué barrio se dirigirá? Otra cuestión no menos importante es ¿Si usted quiere explotar prostitutas y piensa en Amsterdam a qué barrio se dirigirá?

Estigmatizar 

Un estigma es una marca, una señal. Si en una ciudad o un territorio señalamos una zona, la marcamos en rojo, llamamos la atención sobre ella y gritamos bien alto: «¡¡aquí hay tráfico de drogas!!», aunque nuestra intención sea muy loable y nuestra indignación más que justificada, lo que estaremos haciendo es atraer hacia esa zona de la ciudad a todos los interesados en el mercado de la droga, tanto a compradores como a vendedores. Por tanto, la estrategia del grito, que no sirve para informar a los vecinos que ya conocemos de sobra el problema, ni para concienciar a las fuerzas de seguridad encargadas de combatir el problema, que también conocen de sobras el problema, sirve para atraer a consumidores de toda España hacia esta zona cuando visiten Barcelona y quieran comprar drogas. También atraerá  a algunos turistas-consumidores a esta zona y por último y por lógica, atraera a las redes de distribución hacia esta zona tan bien «publicitada».

Además, si este efecto no fuera suficientemente indeseable, también proyectará una «marca» un «estigma» sobre todos los vecinos del barrio. Nuestros jóvenes pasarán a ser «sospechosos» para una gran parte de la población de Barcelona y nuestros vecinos tendrán una imagen asociada a lo peor de la sociedad y al fracaso social. Los comercios tenderán a perder clientes, nuevos emprendedores se lo pensarán antes de invertir en el barrio, aumentará el riesgo de persianas bajadas, contribuirá al empobrecimiento del tejido comercial y de la vida barrial.

No busquen en mi análisis una crítica a la intención de losmiembros de la asociación RPR que luchan honesta- mente contra el narcotráfico. Sí pueden buscarla a la actitud de los medios de comunicación convencionales siempre ávidos de droga, sangre y prostitución en sus incursiones periódicas en el barrio.  

Lo que sí puede ayudar 

La tarea de luchar contra este tipo de delincuencia (y cualquier otro) corresponde directamente a los cuerpos de seguridad. También tienen un papel importante los miembros del sistema judicial y, por supuesto, los legisladores. De estos tres estamentos podemos decir sin alargarnos que los primeros están trabajando con dedicación y bastante eficacia teniendo en cuenta las limitaciones a las que se ven sometidos; los segundos, que acumulan montañas de trabajo por falta de recursos,  aplican las leyes con una adaptación limitada por su propia naturaleza y los legisladores está mirando para otro lado bastante alejado de las problemáticas de los barrios como el Raval y a ellos sí habría que exigirles mucho más de lo que están haciendo hasta el momento  presente.
Pero la convivencia vecinal es cosa de todas/os y el problema de los narcopisos afecta grave y directamente a la convivencia y por eso los vecinos también tienen que tener un papel en la lucha por su erradicación.

En este sentido lo primero es organizarse. Y eso, aunque  ya está en marcha, debería implicar a muchos más vecinos. Por ello creo que es importante insistir en la convocatoria vecinal sin descanso.

Lo segundo es coordinar. Coordinar entidades vecinales y también coordinar a esas entidades con entidades de otro tipo que trabajan en el territorio. Hay que coordinar vecinos con comerciantes y a todos con entidades sociales, culturales, educativas, etc para conformar un frente amplio y sólido de los ciudadanos honestos del Raval.  Y a todo este frente amplio coordinarlo con las fuerzas de seguridad para ayudar en lo que se pueda.

Hecho este esfuerzo de coordinación que es barrial y no sale de los límites del territorio, se ha de analizar las raíces del problema antes de lanzarse a medidas catárticas, emocionales y poco efectivas, cuando no directamente perjudiciales. Buscar medidas que tengan un amplio consenso, que dificulten la labor de los traficantes y que ahuyenten a los compradores.

Entre ellas, no se puede descartar la ocupación preventiva de viviendas vacías por parte de familias y personas dispuestas a ello.El argumento de la legalidad se ha de considerar pero también se ha de considerar el bien común (que da sentido a la legalidad), la excepcionalidad del momento y el fenómeno a combatir, y la legitimidad de medidas de defensa de ese bien común mientras los legisladores miren para otro lado. Pero todo ha de ser consensuado y organizado con pulcritud.

El periódico «El Raval» estará siempre del lado de esta forma de trabajar y ofrece su apoyo en la forma en que le sea solicitado, si le fuera solicitado. Somos conscientes de nuestro papel en el barrio y nunca lo hemos soslayado. Eso sí, mantendremos nuestro criterio independiente asumiendo el riesgo de ser criticados por unos o por otros.  Como siempre lo hemos hecho.
 
Javier Alegría. Director y coordinador de «El Raval» 

miércoles, 11 de abril de 2018

Sant Jordi en el Raval

Este año se cumplen 15 años de la celebración de Sant Jordi en la Rambla del Raval.          Y hay que celebrarlo como se merece.

Lleva un tiempo la sociedad catalana enmarañada en disputas políticas complicadas que «oscurecen» el clima social, también lleva tiempo el Raval preocupado por los nubarrones de la gentrificación y sus ramificaciones más oscuras. Necesitamos luz. Necesitamos sonrisas. Necesitamos música y buen rollo. Necesitamos encuentros amables. Necesitamos sentirnos un barrio vivo y con proyectos. Y todo eso lo vamos a encontrar en La Rambla del Raval durante esta Diada de Sant Jordi.

El 23 de Abril hará sol, como siempre, una temperatura agradable, como siempre, y saldremos a la calle, como siempre, para reencontrarnos con lo mejor de nuestra convivencia en un ambiente de fiesta y solidaridad. Con la cultura simbolizada en los libros y el amor y el cariño vestidos con rosas. Nos saludaremos por la Rambla, nos informaremos de tantos proyectos que tantos vecinos comprometidos con la mejora de la convivencia están desarrollando, nos diremos frases amables y nos ofreceremos buenos deseos. Y al final del día nos sentiremos mejor porque todo habrá sido una gran terapia social que este año necesitamos quizá más que en otros años anteriores.  

                               Bienvenido Sant Jordi. Bienvenido al Raval. Bienvenido a nosotras/os...
                                                        ¡¡Nos encontramos en La Rambla!!

"Las expecativas" Mª José Hernando. Psicóloga

Se está hablando mucho en estas semanas del tema de las pensiones. Si se han fijado, constantemente se hace referencia a las expectativas: que si la esperanza de vida (una expectativa) que si el sostenimiento (otra expectativa), que si la pirámide de edad en unos años (expectativa) y así siguiendo.

Pero no es solo en ese tema de las pensiones. Se habla de las expectativas de empleo, de las expectativas de los jóvenes según tengan estudios superiores o no los tengan, de las expectativas de la llegada de turistas, de las expectativas de esto y las expectativas de aquello.

¿Por qué tanta cosa con las expectativas? ¿Qué nos pasa con las expectativas? ¿Tan importantes son?

Pues desde el punto de vista de la psicología ¡son fundamentales!

Las expectativas son las base de nuestra felicidad en buena medida. Pensemos un poco a través de ejemplos.

Una persona nacida en un país subdesarrolado en una familia pobre se juega la vida para llegar a Europa aunque sea para ser pobre igualmente. ¿Por qué? ¿Qué fuerza le impulsa? Sin duda las expectativas de una vida mejor. Sabe que seguramente será pobre aquí, que lo que tendrá será una vida dura y pobre en comparación con la media europea. Pero aún así viene, lucha, arriesga incluso la vida. ¿Creen que su experiencia vital será igual a la de una persona española que tenga el mismo nivel de vida de esa persona inmigrante que tanto luchó por llegar?¿Quién se sentirá más feliz?

Ahora imaginemos a una persona a la que le diagnostican una grave enfermedad y le dan una esperanza de vida de unos pocos años. ¿Cree que vivirá esos años de la misma forma que una persona que viva los mismos años que ella pero no le hayan diagnosticado nada? Las dos personas viven el mismo tiempo pero de ninguna manera viven ese tiempo con la misma intensidad ni lo valorarán igual.

Las expectativas amigas/os no lo son todo pero son fundamentales en nuestra experiencia de vivir. Vivimos «lanzados mentalmente al futuro», somos «constructores de nuestro futuro» y según vaya la construcción nos sentiremos más o menos felices, más o menos «realizados/as», como se decía hace años. Unas expectativas mal construidas nos pueden frenar, o frustar, o desviar. Y se pueden construir mal por muchas cosas: por pesimismo, por optimismo, por ignorancia, porque otras personas nos confunden...

Revise sus expectativas en todos los terrenos. Será un ejercicio muy interesante que le aportará muchos beneficios. Y, por cierto, hágalo con frecuencia, ¡que las cosas evolucionan!

Mª José Hernando. Psicóloga
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miércoles, 7 de marzo de 2018

El "clima psicológico". Mª José Hernando. Psicóloga

Me gustaría hablarles de un concepto poco utilizado pero que me parece realmente importante: «el clima psicológico».

El «clima psicológico» es el conjunto de condiciones e influencias psicológicas (interpersonales y socioculturales) que afectan a la vida y al desarrollo psíquicos.

Seguramente estén más familiarizados con el concepto de «clima laboral» o el de «clima festivo» o de «clima familiar». En todos ellos se habla de lo mismo: del clima psicológico en el que se desarrolla una actividad, normalmente social. Y, según sea ese «clima», se interpreta como favorecedor o al contrario, como una dificultad añadida al desarrollo normal de lo que sucede.

Las personas no somos máquinas frías, automáticas y estables. Cada persona atraviesa por estados de ánimo personales, por ciclos vitales, por «días buenos» y «días malos». También somos seres sociales que interactuamos constantemente con otros seres humanos: en la familia, en el trabajo, en las calles, incluso interactuamos a través de las redes sociales y los medios de comunicación. El conjunto de todas esas «interacciones» genera un «clima psicológico» del que cada persona absorbe en función de su estado de ánimo. Les pondré un ejemplo: en medio de la crisis económica una persona se enamora y acaba sus estudios universitarios e inmediatamente recibe una buena oferta de trabajo... El clima social que le envuelve está lleno de pesimismo y preocupación pero ¿cree usted que su «clima psicológico» será igual de pesimista? La respuesta lógica es que no, porque los acontecimientos personales le habrán generado seguramente un estado de ánimo muy positivo pese al clima social reinante.  Sin embargo, a la persona a la que ese mismo clima social le pille en otro momento vital, probablemente le genere un clima psicológico bastante más «oscuro». La primera persona afrontará las tareas y retos cotidianos con una energía y una capacidad de respuesta mayor y la segunda todo lo contrario.

Así pues, los climas psicológicos tienen una gran importancia porque nos ayudan o nos perjudican en lo más concreto, en las tareas cotidianas. Podemos vivir en ambientes pesimistas  que no ayudan pero también podemos atravesar por momentos de mayor fuerza personal incluso en los peores momentos sociales, laborales o familiares. Analizar nuestros «climas psicológicos» nos puede servir mucho para comprender no tanto lo que estamos viviendo sino, sobre todo, para comprender cómo lo estamos viviendo. Un problema para eso suele ser la auto-observación: si el que observa está atrapado por un «clima psicológico» su evaluación estará condicionada también por él. Por eso la mirada atenta y capacitada de un profesional nos puede ser de gran ayuda. Yo creo que merece la pena pensar en ello. 
Mª José Hernando. Psicóloga
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Dia de la mujer trabajadora

Cada año el calendario marca el día 8 de marzo como el «Día de la Mujer Trabajadora» y cada año el mes se llena de reivindicaciones relacionadas con la discriminación de las mujeres en nuestra sociedad. Pero este año, el mes de marzo se presenta aún más intenso en ese sentido porque se ha producido un repunte de la sensibilización debido principalmente a cuatro causas: la onda mundial reivindicativa (de la que la reacción de Hollywod es quizá la más mediática); las cifras escandalosas de la brecha salarial entre hombres y mujeres y las declaraciones de M.Rajoy en este sentido; las cifras y la deficiente gestión del estado en materia de violencia de género;  y la determinación del propio colectivo de mujeres que ha llevado a la convocatoria de una «huelga de mujeres» el próximo día 8 de marzo.

Cuesta creer que en 2018 se mantengan tantas razones para la convocatoria de una huelga de esta naturaleza. Pero lo cierto es que las razones son sólidas y más que justificadas. El papel social de la mujer no ha dejado de evolucionar a lo largo del siglo XX (principalmente) pero, pese a ello, en este siglo aún se mantienen estructuras (mentales, sociales, económicas y hasta legales) que crean las condiciones para que las diferencias injustificables entre hombres y mujeres  se sigan manteniendo. Y eso es inaceptable en una sociedad que se pretende que sea democrática. La postura de los partidos de derecha poniendo pegas a la convocatoria y  las respuestas, de M.Rajoy especialmente, la retratan como principal responsable, aunque no único, de la situación. Todo el resto de la sociedad estamos obligados a apoyar las reivindicaciones de las mujeres. Son justas, son oportunas y son imprescindibles.  

Narcotours

Durante las últimas semanas, el colectivo vecinal que agrupa a vecinos de las calles Roig, Picalquers y Riereta, han convocado recorridos por los pisos ocupados por traficantes de droga en el Raval. Les han llamado «narcotours» y han sido invitados representantes de los partidos políticos y de los medios de comunicación. Este último con un éxito sin precedentes en la afluencia de periodistas para una convocatoria en el barrio, algo que solo se entiende por el contenido morboso de la cita y que refuerza la idea de que el Raval es más noticia cuando de por medio hay sangre, prostitución y/o droga.

La convocatoria ha marcado una grieta más en las diferencias entre este colectivo vecinal y Acción Raval -otro colectivo vecinal comprometido en la lucha contra la especulación inmobiliaria y, lo que consideran una variante, la ocupación de pisos y locales por parte de traficantes-. La primera ya surgió cuando Acció Raval defendió la «ocupación preventiva» de pisos y locales mientras la primera la rechazaba por considerarla ilegal. 

En el tema de la ocupación preventiva es evidente que ambas organizaciones tienen sus razones y que ambas son justificables. Pero en el asunto de los narcotours la opinión de este periódico ha sido y será siempre la misma: somos absolutamente contrarios a la utilización de la pobreza, la marginalidad y el morbo de las noticias relacionadas con drogas, prostitución y violencia. Entendemos que son problemas que se han de resolver y que, precisamente en la resolución de estos problemas, el amarillismo disfrazado de información no ayuda sino que contribuye a una estigmatización que tiende a perpetuar el problema añadiendo otro más.

Que 60 periodistas de una cincuentena de medios recorran las calles no aporta una información significativa a lo que todos ellos ya saben. Las imágenes de esos pisos y de sus lamentables condiciones ya están hace tiempo en todas las redacciones. Y los partidos ya tienen sus consellers del distrito que saben perfectamente lo que sucede. El narcotour es otra cosa, es una operación mediática que pretende presionar políticamente a la alcaldesa (a quien se dirigen habitualmente las críticas de esta asociación). El problema es que se hace a costa de empeorar significativamente la imagen pública del barrio perjudicando sensiblemente a comerciantes, entidades y vecinos que trabajan hace muchos años por mejorar esa imagen. 

jueves, 8 de febrero de 2018

Columna "Editorial" del periódico "El Raval". Febrero 2018

«Politiqueo» partidista en Barcelona

Hace un par de meses el PSC de la ciudad de Barcelona daba apoyo a los presupuestos municipales. Eran buenos presupuestos y estaban en la dirección que necesitan la ciudad y sus ciudadanos. Tras la aplicación del 155 en Catalunya que el PSC apoyó, BenComú prescindió de su socio municipal y el PSC dejó de formar parte del gobierno de la ciudad. Nada que ver con los presupuestos ni con sus bondades para la ciudad y sus habitantes. Pero...

Llegado el momento de votar los presupuestos municipales el PSC se muestra contrario y anuncia que votará en contra. ¿Qué ha cambiado en los presupuestos que la ciudad y su ciudadanos necesitan? Nada. Pero como el mismo Collboni dijo: "Colau rompió su gobierno y aquí está la consecuencia. Ha cambiado de socios, pero la aritmética no le sale". Para tratar de matizar tan poco edificante argumento, el mismo Collboni acusó a Ada Colau de «alejarse de las políticas municipales de izquierda» algo que para cualquier  persona mínimamente informada de las políticas municipales resulta casi hilarante, porque si algo puede caracterizar al equipo de Colau es el desarrollo de las políticas municipales de izquierda más de izquierda desde la transición democrática.

En las argumentaciones de otros grupos políticos el «politiqueo» partidista también se ha visto, anteponiendo intereses partidistas a los del bien común, aunque no haya sido de una forma tan evidente como en el caso de los ex-socios del equipo de gobierno. Y todo ello nos lleva a una pregunta triste: ¿Somos los ciudadanos moneda de cambio en el juego de los partidos?. La respuesta la dejamos a cada uno de nuestros lectores.

En nuestra opinión, se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con una medida o con otra, en los presupuestos o en cualquier otra cuestión, lo que no se puede es apoyar una medida municipal porque se está de acuerdo en sus beneficios y luego cargar contra ella porque algo ha cambiado en una instancia política (en la autonómica, en este caso) que no es la municipal. Anteponer los intereses de partido a los del conjunto de la ciudadanía va contra la esencia misma del sistema de partidos. Ellos y su cuota de poder no son un fin en sí mismo, el fin de todo su trabajo. El sentido mismo de su existencia, es el bien común. 

 

Corrupción sin consecuencias   

¿Cómo es posible que el PP siga en el Gobierno del Estado después de todos los casos de corrupción y la crudeza del relato de numerosísimos testigos y encausados en los diferentes juicios públicos a los que se ve sometido tanto el partido mismo como cientos y cientos de sus principales dirigentes? La respuesta enlaza con el tramo inicial de esta columna: por el «politiqueo partidista»

Oímos a Pedro Sánchez decir a Jordi Évole que poderes fácticos del Estado le habían presionado para evitar una alianza en la izquierda de España. Luego ganó unas elecciones internas en las que el veto a Rajoy era uno de los temas clave. Oímos a Miquel Iceta gritar desesperado una petición: «Pedro, ¡¡¡líbranos de Rajoy, por favor, líbranos de Rajoy!!!». Hemos visto a Cs en innumerables ocasiones afirmar que una de sus banderas es la lucha contra la corrupción (la otra es el combate contra «quienes quieren romper España»). Entonces, ¿Por qué sigue Rajoy, el lider del partido más corrupto de España, gobernando el país con tan nefastos resultados para la ciudadanía?

Solo el «politiqueo» político que antepone los intereses de partido a los del conjunto de la ciudadanía puede explicarlo. Partidos convertidos en organizaciones financiadas por capitales poco transparentes y que acumulan «deudas» y «compromisos» con grupos de presión cuyos intereses y objetivos nada tienen que ver con los de los ciudadanos. Partidos en los que individuos sin verdadera talla ética intentan labrarse carreras personales. ¿Lamentable?. Pues sí. Pero esa parece ser la cruda realidad de este país.

"El frío invierno" Mª José Hernando.Psicóloga (Artículo publicado en la columna de psicología del ejemplar de febrero 2018 del periódico "El Raval"

Hace unos días fue noticia, si eso se puede considerar noticia, que el lunes 15 de enero era considerado el día más triste del año. Por ser lunes, por haber terminado las fiestas, por el frío del invierno, por la poca duración de la luz solar, por la cuesta de enero...

Sin duda, ésta es una de esas cosas que tienen los  estadounidenses que tratan de poner nombres especiales a algunos días del año.  Pero nos sirve para plantear una cuestión psicológica interesante: ¿tienen incidencia sobre nuestro psiquismo los factores ambientales citados en el llamado «Bluemonday»? La luz solar mayor o menor, la cercanía de los festivos, la temperatura ambiental... ¿influyen en nuestro psiquismo?

No les quepa duda de que la respuesta es sí. Definitivamente sí. No solo porque hay numerosos estudios sobre el tema que así lo afirman, sino porque nuestra misma experiencia personal nos lo muestra habitualmente. Los seres humanos reaccionamos a las condiciones ambientales, reaccionamos a los ciclos dela naturaleza, a las temperaturas y a otros muchos factores ambientales. Y parte de nuestras reacciones son psicológicas. Sin duda.

Lo cual nos lleva a otra cuestión también muy importante: ¿esos condicionantes a los que llamaremos «ambientales», son capaces de determinar nuestro comportamiento?

Y ahí ya no podemos afirmar con tanta contundencia. Una cosa es que nos influyan y otra que nos determinen. Les pongo un ejemplo: el hecho de que en periodos de luna llena haya mayor número de actos violentos (según muchas estadísticas policiales de distintos países) no significa que todas y cada una de las personas se ponga violenta en luna llena.

Los seres humanos llevamos toda la historia superando los condicionantes naturales. Nuestra intencionalidad es el mejor instrumento para ello, aunque no el único. Somos capaces de generar imágenes, aspiraciones, ilusiones y anhelos que tiran de nosotras hacia adelante (o hacia arriba, si lo prefieren) y que generan una mayor influencia en nosotros que cualquier factor ambiental. Tener en cuenta esta capacidad «interna» puede ser muy importante para afrontar esos otros «condicionantes externos». Saber utilizarla puede ayudarnos a sentirnos mejor y a salir de situaciones complicadas.

Reaccionamos al sol, sin duda. Pero somos mucho más que girasoles. No lo olviden.

miércoles, 24 de enero de 2018

"Este año sí" Mª José Hernando. Artículo publicado en la sección de psicología en el periódico "El Raval"

Cada año lo despedimos con una celebración y lo empezamos con propósitos de mejora. El gimnasio y el inglés son los tópicos más repetidos y también es un tópico repetido que esas intenciones se suelen ir diluyendo a lo largo del mes de enero para acabar retornando a los cauces habituales de nuestras vidas. Pero todo eso son tópicos, nada más.

Que en fechas significativas hagamos planes de mejora es lógico. Nuestro psiquismo, en esas fechas, gira su mirada hacia el futuro y, como cabe esperar, elabora imágenes de futuro. En ellas siempre tienen cabida los nuevos proyectos que entendemos mejorarán en algún aspecto nuestra vida. La cuestión es cómo elaboramos esos proyectos.

El primer mecanismo es el de «selección». De entre todos los proyectos posibles debemos elegir cuales son los que nos convienen más. Por supuesto hemos de distinguir entre los realizables y los utópicos o los que no están en nuestra mano. Seguramente nos vendría bien que nos tocara la loteria, pero eso no está en nuestra mano. Quizá también sería interesante dejar de tener que trabajar, curarnos una grave enfermedad o acabar con el hambre en el mundo. Pero ninguna de esas cosas puede ser una buena selección porque no están en nuestras manos. Así que nuestra «selección» se centra en los proyectos que vemos realizables.

En segundo lugar debemos hacer una tarea de «adhesión». Se trata de fijar el objetivo como un francotirador fija su diana en el visor. Analizar lo que se necesita, calcular los costes  o esfuerzos requeridos, planificar los pasos...

Por último necesitamos «elevar» la carga emocional del proyecto, necesitamos desearlo con fuerza, convencernos de que es posible, repasar los beneficios que nos reportará. Esa carga emocional que nos aportará el nivel de determinación necesario para desarrollar el esfuerzo que nos va a requerir el proyecto elegido.

¿Hacemos todo esto? Normalmente no. Normalmente nos limitamos a proyectar imágenes compensatorias poco elaboradas y menos planificadas, basadas en carencias. Normalmente olvidamos que las cosas son como son por algún motivo y que esos motivos de las cosas no van a desaparecer por el simple hecho de que deseemos que desaparezcan.

Hacer planes de mejora es bueno. Es buenísimo. Es necesario y es sano. Pero se han de hacer bien, con calma, por pasos, analizando y «cargando» las imágenes con fuerza. No lo olviden:  «selección», «adhesión» y «elevación». Y cuando tengamos el proyecto listo, sin olvidar la planificación de los pasos intermedios necesarios, aplicarse con resolución.
                                              
                                                                        Feliz 2018!!