Periódico "El Raval"

Cada mes sale a la calle el periódico "El Raval" con información de lo que puede interesar a quienes viven y trabajan en el barrio del Raval.
Para ver el periódico "El Raval" cómodamente, clica sobre el ejemplar que ves abajo. Se ampliará a toda la pantalla.
Podrás pasar las páginas y en la parte superior podrás ver los controles para ampliar, arrastrar, etc.
Además del periódico, en este blog encontrarás algunos contenidos que quizás puedan interesarte también.

miércoles, 9 de mayo de 2018

Lucha contra los narcopisos
Lo que hay que evitar y lo que sí puede ayudar

Que el Raval tiene un problema con los narcopisos lo sabemos todos. Que ese fenómeno se ha de combatir no lo duda nadie. Pero la cuestión es cómo hacer para avanzar hacia la solución y, sobre todo, cómo hacer para no agravarlo aún más.

Recientemente una asociación de vecinos muy activa en el barrio, la asociación RPR, convocó a los medios de comunicación para visitar una serie de narcopisos en el Raval. Vinieron casi 60 periodistas de una treintena de medios de comunicación. Ese mismo día, el Raval estaba en directo en varias televisiones y emisoras de radio y al día siguiente se podían encontrar en Google infinidad de referencias con la palabra Raval asociada a drogas.

Hace unas semanas, un vídeo se hizo viral con la imagen de dos energúmenos peleando en la calle con armas blancas, al parecer,  por un problema de drogas. De nuevo el Raval apareció por todas partes asociado a drogas.

¿A qué ayuda eso?. Pues está muy claro pero antes expondré un ejemplo muy «europeo».

La ciudad de Amsterdam tiene un barrio portuario muy famoso: «El barrio rojo de Amsterdam». Media europa sabe que allí hay prostitución porque se han hecho famosos sus escaparates con prostitutas expuestas. Es tan famoso que cualquier europeo que visite Amsterdam y quiera contratar los servicios de una prostituta sabe que allí la encontrará. La cuestión es: si usted es consumidor de prostitución y está en Amsterdam ¿A qué barrio se dirigirá? Otra cuestión no menos importante es ¿Si usted quiere explotar prostitutas y piensa en Amsterdam a qué barrio se dirigirá?

Estigmatizar 

Un estigma es una marca, una señal. Si en una ciudad o un territorio señalamos una zona, la marcamos en rojo, llamamos la atención sobre ella y gritamos bien alto: «¡¡aquí hay tráfico de drogas!!», aunque nuestra intención sea muy loable y nuestra indignación más que justificada, lo que estaremos haciendo es atraer hacia esa zona de la ciudad a todos los interesados en el mercado de la droga, tanto a compradores como a vendedores. Por tanto, la estrategia del grito, que no sirve para informar a los vecinos que ya conocemos de sobra el problema, ni para concienciar a las fuerzas de seguridad encargadas de combatir el problema, que también conocen de sobras el problema, sirve para atraer a consumidores de toda España hacia esta zona cuando visiten Barcelona y quieran comprar drogas. También atraerá  a algunos turistas-consumidores a esta zona y por último y por lógica, atraera a las redes de distribución hacia esta zona tan bien «publicitada».

Además, si este efecto no fuera suficientemente indeseable, también proyectará una «marca» un «estigma» sobre todos los vecinos del barrio. Nuestros jóvenes pasarán a ser «sospechosos» para una gran parte de la población de Barcelona y nuestros vecinos tendrán una imagen asociada a lo peor de la sociedad y al fracaso social. Los comercios tenderán a perder clientes, nuevos emprendedores se lo pensarán antes de invertir en el barrio, aumentará el riesgo de persianas bajadas, contribuirá al empobrecimiento del tejido comercial y de la vida barrial.

No busquen en mi análisis una crítica a la intención de losmiembros de la asociación RPR que luchan honesta- mente contra el narcotráfico. Sí pueden buscarla a la actitud de los medios de comunicación convencionales siempre ávidos de droga, sangre y prostitución en sus incursiones periódicas en el barrio.  

Lo que sí puede ayudar 

La tarea de luchar contra este tipo de delincuencia (y cualquier otro) corresponde directamente a los cuerpos de seguridad. También tienen un papel importante los miembros del sistema judicial y, por supuesto, los legisladores. De estos tres estamentos podemos decir sin alargarnos que los primeros están trabajando con dedicación y bastante eficacia teniendo en cuenta las limitaciones a las que se ven sometidos; los segundos, que acumulan montañas de trabajo por falta de recursos,  aplican las leyes con una adaptación limitada por su propia naturaleza y los legisladores está mirando para otro lado bastante alejado de las problemáticas de los barrios como el Raval y a ellos sí habría que exigirles mucho más de lo que están haciendo hasta el momento  presente.
Pero la convivencia vecinal es cosa de todas/os y el problema de los narcopisos afecta grave y directamente a la convivencia y por eso los vecinos también tienen que tener un papel en la lucha por su erradicación.

En este sentido lo primero es organizarse. Y eso, aunque  ya está en marcha, debería implicar a muchos más vecinos. Por ello creo que es importante insistir en la convocatoria vecinal sin descanso.

Lo segundo es coordinar. Coordinar entidades vecinales y también coordinar a esas entidades con entidades de otro tipo que trabajan en el territorio. Hay que coordinar vecinos con comerciantes y a todos con entidades sociales, culturales, educativas, etc para conformar un frente amplio y sólido de los ciudadanos honestos del Raval.  Y a todo este frente amplio coordinarlo con las fuerzas de seguridad para ayudar en lo que se pueda.

Hecho este esfuerzo de coordinación que es barrial y no sale de los límites del territorio, se ha de analizar las raíces del problema antes de lanzarse a medidas catárticas, emocionales y poco efectivas, cuando no directamente perjudiciales. Buscar medidas que tengan un amplio consenso, que dificulten la labor de los traficantes y que ahuyenten a los compradores.

Entre ellas, no se puede descartar la ocupación preventiva de viviendas vacías por parte de familias y personas dispuestas a ello.El argumento de la legalidad se ha de considerar pero también se ha de considerar el bien común (que da sentido a la legalidad), la excepcionalidad del momento y el fenómeno a combatir, y la legitimidad de medidas de defensa de ese bien común mientras los legisladores miren para otro lado. Pero todo ha de ser consensuado y organizado con pulcritud.

El periódico «El Raval» estará siempre del lado de esta forma de trabajar y ofrece su apoyo en la forma en que le sea solicitado, si le fuera solicitado. Somos conscientes de nuestro papel en el barrio y nunca lo hemos soslayado. Eso sí, mantendremos nuestro criterio independiente asumiendo el riesgo de ser criticados por unos o por otros.  Como siempre lo hemos hecho.
 
Javier Alegría. Director y coordinador de «El Raval» 

No hay comentarios:

Publicar un comentario